Beca Diego Gualda

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Diego Gualda

Diego Gualda fue intercambista con YFU a principios de los 90, el primer estudiante argentino en hacer su intercambio en México. Luego formó parte de un intercambio corto especial que realizó YFU Argentina a Rusia en 1992, recién disuelta la Unión Soviética, donde fue el líder de un grupo de 17 estudiantes. A su regreso, se convirtió en uno de los voluntarios más activos de YFU Argentina, estando presente en miles de actividades cada año. Nunca perdió el contacto con YFU y con los voluntarios de su generación, y siempre siguió listo para ayudar y cooperar más de 20 años después de su intercambio. Diego falleció sorpresivamente a principios del 2017, pero sigue vivo en la memoria de todos aquellos que lo conocieron, y en su honor decidimos nombrar esta beca, ya que él siempre fue un pionero aventurero.

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“Sus ojos azules profundos, la sonrisa franca y dulce garantizada, su humildad y bondad pura, sumados a un corazón de oro abierto y siempre dispuesto a ayudar, hacían de Diego Gualda una de las mejores personas que existieron en esta tierra. Es difícil escribir sobre él sin sentirse acobardada ya que él era inigualable en su capacidad para redactar, relatar eventos y encontrar el humor en los hechos más fatídicos.
La primera vez que lo vi fue en Ezeiza cuando ambos éramos casi unos niños, en enero del año 1992. Nos embarcábamos con destino a Rusia para un intercambio estudiantil en la ciudad de Moscú. Todos los que nos encontrábamos en esa aventura éramos “reincidentes” porque éste era nuestro segundo intercambio con YFU y Diego era nuestro orgulloso líder con solo 17 tiernos añitos.

Al inicio de la estadía, un día de mucho frío (y ojo, que cuando digo mucho frío no estoy exagerando), se rompió el autobús en el que estábamos siendo transportados por la organización. Tuvimos que detenernos y por horas no encontraban una solución al problema mecánico. Luego de un tiempo de sufrir el frío, el sueño y el hambre que llevábamos, Diego decidió sacar su guitarra y ponerse a cantar. La atmósfera cambio completamente y en poco tiempo, gracias al carisma de nuestro joven líder, desconocidos estudiantes rusos y argentinos estábamos abrazados, cantando y sonriéndonos juntos, entendiéndonos con el idioma de la amistad, la alegría y el amor por la aventura.
Diego era un ser con múltiples habilidades y con un espíritu de eterno estudiante de intercambio. Le fascinaba explorar nuevas cosas, era capaz de hacer amistades duraderas en instantes y afrontar cualquier adversidad con abundante creatividad. Estaba siempre dispuesto a colaborar y supo mantener vivo el grupo de los voluntarios de su época, que él caratuló como “los dinosaurios” porque ya no estábamos tan jóvenes.
Cuando él se fue de este mundo se fue un ser único y muy amado. También se fueron las historias que no alcanzo a escribir y la posibilidad de volver a verlo actuar, que era una de sus otras grandes pasiones. Sin embargo, Diego Gualda ha dejado un legado muy importante en todos los “YFUianos” que lo conocimos y en aquellos que van a conocer su historia y sentirse inspirados por su maravillosa trayectoria.”

Arantza Izurrategui, ex estudiante YFU